Las balatas es el nombre que sé la a las pastillas de freno, y tienen como objetivo generar la suficiente fricción con el disco de frenado de las llantas, y como es obvio es importante brindarles atención ya que se deben reemplazar con regularidad.
¿De qué están hechas las balatas?
Existen cuatro tipos de balatas:
Orgánicas
Estas hechas con fibras no metálicas unidas en un material compuesto que posteriormente es tratado con modificaciones de fricción como grafito y metales en polvo.
Semimetálicas
Es una mezcla de acero, hierro o cobre que la hacen más rígida y resistente a las altas temperaturas.
Metálicas
Como su nombre lo indica, están hechas con la unión de metales a presión y actualmente son casi obsoletas dado el auge de las dos anteriores.
Sintéticas
O cerámicas. Están elaboradas de fibra de vidrio y un polímero sintético, ligero y muy resistente llamado aramida, lo que las hace ligeras, fuertes y capaces de reducir el calor.
¿Cuándo cambiar de balatas?
Debes considerar una revisión o cambio de balatas en el caso de que no realices los pasos anteriores o se presenten algunas de las siguientes alertas:
- Ruidos extraños o rechinidos al pisar el freno.
- Al frenar el auto se “jalonea” a la derecha o izquierda
- Vibración del volante o del pedal de frenado.
- Que el freno se sienta muy flojo o muy duro y frene de golpe.
- Un olor a quemado cerca de las llantas al frenar.
Si tu vehículo presenta alguno de estos casos no lo tomes a la ligera y llévalo inmediatamente a revisión, los expertos te recomendaran cual es la mejor solución.