La mayoría de los conductores sólo reemplaza las luces de su vehículo cuando uno de los focos se funde, no obstante, es importante saber que las luces deben reemplazarse de forma periódica.
Una mala iluminación es muy peligrosa, por ejemplo durante la conducción nocturna un foco viejo puede reducir su intensidad hasta en un 30%, lo que como consecuencia reduce tu campo de visibilidad.
Las luces de los vehículos deben ser reemplazadas cada 2 años o cada 50 mil km, lo que suceda primero.
Para reemplazar los focos es necesario saber que tipo es el adecuado para tu vehículo, pueden ser incandescentes, de halógeno, xenón o LED, en la mayoría de las tiendas de refacciones automotrices sólo es necesario dar el modelo de tu auto para que te indique cuales son los mas adecuados y las opciones.
No sólo debes cambiar las luces
Además del cambio de luminarias es importante que siempre mantengas tus faros y calaveras limpias. Estas piezas tienden a opacarse con el tiempo haciendo que tengas hasta un 20% menos de iluminación cuando el faro está sucio.
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Si cambias un foco cuando éste se fundió, aprovecha y cambia ambos de lo contrario no tendrás una iluminación uniforme, lo que provocará algunos problemas para tu visión.