Único en el mundo. El Rolls-Royce Sweptail podría ser el coche más caro jamás fabricado
Rolls-Royce se está convirtiendo en el equivalente automovilístico a una firma de alta costura. Y es que la alta costura, como muchas otras cosas, si no queda perfecta, es un desastre. El Rolls-Royce Sweptail que se ha desvelado en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este se puede definir como el traje de alta costura más exclusivo y personalizado del mundo, tanto que, si otro mortal que no fuera su dueño quisiera sentarse tras el volante, no encajaría (es broma, cualquier mortal haría por encajar).
El Sweptail fue un encargo de un cliente en 2013 a la firma de lujo británica un poco más caro de lo normal. El precio no ha sido desvelado oficialmente; en Car Magazine han hablado con el CEO de la firma, Torsten Müller-Ötvös, que solo ha alcanzado a decir que ha sido «sustancialmente caro. Podrías decir con probabilidad que es el coche más caro en años… jamás construido».
Hace aproximadamente un año, Rolls-Royce presentaba su visión del futuro con el 103EX, un vehículo de lujo completamente personal donde las nuevas tecnologías permitirían que todos los Rolls-Royce puedan ser diseñados a imagen de sus propietarios.
Este concepto de movilidad debió inspirar al cliente de la firma, que se acercó hace cuatro años a Rolls-Royce con su propia idea de lo que debe ser el lujo: una evocación a las carrocerías de 1920, con una clara inspiración náutica y personalizado al extremo; tanto, que el Sweptail es único en el mundo.
El dueño del vehículo, coleccionista de aviones y súper yates, quería poder conducir sobre el asfalto el equivalente a estos dos objetos de colección y el resultado ha sido una silueta sorprendente: desde el borde delantero del parabrisas, la línea del techo acelera a medida que se dispara hacia atrás, superando el borde del maletero para enfatizar su longitud. Literalmente, desde atrás, parece un yate deportivo
El diseño de la parte frontal es ligeramente menos radical pero todavía perceptible, e incluye una gran cantidad de piezas a medida como nuevos faros y un parachoques rediseñado.
Bajó el capó, el Sweptail bebe del Phantom, lo que equivale a un V12 de 6.75 litros. Aunque Rolls-Royce no ha dado detalles de la motorización, se moverá en los 460 CV aproximadamente. Nada mal para un apacible paseo.
El techo panorámico de cristal descubre un interior inundado por luz natural y en el que se combinan elementos clásicos y táctiles, el titanio, el ébano, los cueros y los acabados artesanales. Oculto en las paredes exteriores de cada lado del automóvil, se emplazan dos maletas idénticas que se despliegan para mostrar un maletín a medida para el portátil.