Cuando vas a comprar un auto, es normal dudar entre la versión más equipada de cierto modelo o dar «el salto» a uno de categoría superior en versión básica. Me preguntaron sobre tres compactos en versión base —priorizando seguridad— y respondí con un subcompacto.
¿Puede un Nissan Versa ser mejor opción que un Toyota Corolla? Quizá. Analicemos qué ganas y qué pierdes al dar «un paso atrás» por un vehículo más completo.
El tamaño importa
El Nissan Versa es competidor natural de KIA Rio, Toyota Yaris o Volkswagen Virtus. El Toyota Corolla juega en una liga superior, la misma de Nissan Sentra, KIA Forte o Volkswagen Jetta, sin embargo, su versión más accesible (Base CVT – $327,300) cuesta lo mismo que la mejor equipada del Versa (Platinum – $326,200).
El Versa gana, con diferencia, en equipamiento
Que Nissan Versa pertenezca a una categoría inferior, pero cueste lo que Corolla, se compensa con equipamiento. No hay un solo elemento en el sedán de Toyota que no esté disponible en Versa. Esta versión Platinum incluye llave inteligente, climatizador automático, tapicería en piel, tres puertos USB, navegación, cuadro de instrumentos digital, faros de LED, sensor de luz, Android Auto y Apple CarPlay, sensor de reversa y descansabrazos central trasero.
Toyota Corolla, siendo la versión más accesible, se limita a aire acondicionado manual, cuadro de instrumentos con pantalla de 4.2″, infotenimiento compatible sólo con Apple CarPlay, faros de LED, sólo un puerto USB y cámara de reversa.
Lo que volvió tan relevante al Nissan Versa —y atractivo frente a compactos básicos— es la seguridad. Ambos incluyen control de estabilidad y el número necesario de bolsas de aire, pero Versa suma asistencias importantes, como freno autónomo de emergencia, monitor de punto ciego, alerta de tráfico cruzado trasero y cámara de visión de 360º.
Donde Corolla recupera terreno es al hablar de calidad. Versa, en su momento, nos pareció muy competitivo en cuanto a acabados… para ser un subcompacto, pero hay algunas piezas que se sienten baratas a lado de la selección de materiales de Corolla.
Al volante, Corolla se siente superior
El equipamiento depende totalmente del precio, sin embargo, hay ciertas características que son iguales en versiones básicas o equipadas; características propias de la naturaleza de un compacto o de un subcompacto. Tal es el caso del chasís y el motor, donde Corolla hace gala de sus cualidades de una categoría superior.
Al no tener un enfoque tan «low cost» como el de un subcompacto, el Toyota Corolla ofrece una dirección de tacto más preciso, un esquema de suspensión más avanzado —con suspensión trasera independiente, en lugar de la barra de torsión de Versa— y, en general, una calidad de marcha mejor lograda: más suave y mejor aislada.
Ninguno de los dos es precisamente rápido o divertido, pero Toyota logra recortarle alrededor de segundo y medio a la aceleración de 0 a 100 km/h de Versa, a costa de un rendimiento de combustible menor. La EPA reporta un consumo urbano de 12.3 km/l para Toyota Corolla, mientras Versa queda en 13.6 km/l.
Todo es cuestión de prioridades
Hay quienes prefieren más espacio, mejor manejo o saber que tienen «más coche»; hay quienes, en cambio, apuestan por más equipamiento y mejor consumo quedándose una categoría abajo. Ninguno está equivocado y por eso no se puede dictar un ganador en este análisis. En seguridad y confort, Nissan Versa lleva la delantera, pero no se puede negar que Corolla es mejor en todo lo demás. Y es lógico, no nació para competir contra Versa, sino contra su hermano mayor.
Al final, con este análisis queda claro que muchas veces la compra no se limita —ni debe limitarse— a sólo los rivales directos. A veces, en un mismo rango de precios, existe todo un mar de opciones. En este caso, por los mismos $325,000, existe un Suzuki Swift con una propuesta de manejo divertidísima o un SEAT Arona, para quienes no puedan decirle que no a un SUV.