Aunque en general los coches modernos son más “seguros”, ayudando mediante diversas medidas (como las bolsas de aire, estructuras más resistentes, etc) los efectos causados por un choque, en función de la velocidad a la que conduzcas podría no servir para nada, es decir, no es lo mismo tener un percance a 20 km/h que chocar a más de 150km/h ¿Sabes qué pasa con tu cuerpo cuando chocas?
Accidente entre 0 y 20km/h
Sales de tu coche molesto, mentándola a los cuatro vientos y maldiciendo el por que de tu suerte mientras revisas rápidamente que le sucedió a tu coche, te enfrascas en una discusión acalorada con el otro conductor mientras determinas de quién fue la culpa y al final tras una larga plática es posible que lleguen a un mutuo acuerdo.
Entre 20 y 40 km/h
Sales de tu vehículo sin problemas, te revisas para ver si no tienes algún moretón o alguna herida menor, puede que tengas un molesto dolor en el cuello, y verificas si tu coche ha sufrido algún desperfecto, esperar que el otro conductor también cuente con un seguro para cubrir los gastos y no tener que pasar por el engorroso proceso de ir a las oficinas de tránsito.
Accidente entre 40 y 60km/h
Si llegas a salir de tu coche por tus propios medios, con algunos moretones o cortes provocados por los cristales rotos que salieron disparados tras el percance, ya puedes considerarte afortunado. Lo normal sería que te hayas roto algún hueso y que tengas problemas cervicales durante un periodo bastante largo de tu vida.
Accidente entre 60 y 80 km/h
Es muy poco probable que puedas salir de tu coche por ti mismo, sufres multitud de fracturas en zonas delicadas como costillas, brazos y piernas, además, tendrías mucha suerte sino sufriste algún traumatismo craneoencefálico o la pérdida de alguna extremidad que te provoque utilizar bastón o silla de ruedas durante el resto de tu vida.
Accidente entre 80 y 100 km/h
En este punto hay grandes posibilidades de que te vayas directo al otro mundo, o que necesites asistencia inmediata y reanimación cardiopulmonar. Si sales de esta dale gracias a esa fuerza divina en la que no crees y agradece la segunda oportunidad para no volver a cometer imprudencias al volante.
Accidente entre 100 y 120 km/h
Muerto, a menos de que tengas la suerte de ganarte la lotería y una segunda vida.
Accidente entre 120 y 150 km/h
Muerto, además es casi seguro que tu accidente aparecer en las noticias de la tarde.
Accidente entre 150 y 180 km/h
Muerto, sales en las noticias de la tarde, de la noche, de la mañana siguiente (y seguramente la noticia se vuelve nacional), tristemente es probable que ni siquiera sea posible identificar que vehículo conductas.
Accidente entre 150 y 200 km/h
Muerto y mas que muerto, tal vez los órganos que queden de tu puedan servir para salvar la vida de alguien más.
Accidente entre 200 y 250 km/h
Super muerto, por desgracia poco quedará de ti y lo que quede estará regado junto a los pedazos de tu coche por toda la carretera, ni siquiera será posible saber tu identidad.
Accidente a más de 250 km/h
Muerto para esta vida y para tus otras tres reencarnaciones, no queda NADA de ti y tu familia solo podrá llorar una tumba vacía. Tal vez servirás de ejemplo para los “amantes” de la velocidad y ayudaras a más de uno a cambiar y salvar una vida.
Tal vez te pueda interesar : Los coches más robados del mercado